viernes, 4 de noviembre de 2011

Idolatría al más grande: Ariel Arnaldo Ortega



Un ídolo es más que una persona, es ese sujeto que te cumple los sueños sin siquiera pedirte nada a cambio, pero se sabe que se le debe mucho por lo que hace.
Uno puede hablar de cualquier cosa con afirmaciones y contras, pero cuando se trata de un ídolo uno de esos conceptos no existe para nada, queda “stand by”.
Más allá de todas las cosas que lo rodean a ese personaje y su dificultosa vida, a uno le gustaba verlo gambeteando, más, con la camiseta de River, pero con esa remera sola no, con todas las que viste, porque el idolatrismo rompe con cualquier cosa. Uno no solo lo quería ver jugar y dejar mareados a sus rivales, pese a sus problemas de adicción, necesitaba verlo con la pelota entre sus pies.
Se sabe que las adicciones son muy difíciles para la vida misma, pero eso no te interesaba cuando él salía cada domingo a la cancha, porque te lo alegraba con cada jugada y no dejaba que los ojos se te despeguen del televisor: siempre tenía algo bajo la galera que te dejaba atónito.
Abuelos contaban que Labruna, Pedernera y Moreno volvían, con un habano en la boca, del cabaret a las ocho de la mañana y jugaban a las tres de la tarde. Esas cosas en esas épocas no interesaban, además, después la rompían dentro del campo de juego. Por eso no importaban todos esos problemas una vez que sonaba el silbato, lo queríamos ver jugar, pagábamos la entrada solo por él, porque ese amor es inexplicable y no se rompe con nada.

jueves, 21 de julio de 2011

El nuevo fútbol: El que no arriesga, gana

¿Qué pasa con el fútbol que el que busca ganar no lo consigue y el que se repliega y tiene una idea de fútbol que se contradice a la historia, gana?.
Todos saben que para ganar hay que ir a buscar los partidos, pero últimamente el que se defiende es el que llega a la gloria. Pareciera que se quiere imponer un nuevo modelo de juego que se contradice con la historia. El mejor ejemplo para esta situación es el desempeño de la Selección uruguaya de fútbol en esta Copa América, en donde en pocas ocasiones fue en busca de un partido y mayoritariamente se replegó en su campo para que alguna contra o un pelotazo encuentre mal parada a la defensa de enfrente. Ese desempeño, nada más ni nada menos, lo llevó a ser uno de los finalistas de éste torneo. Todos dicen que Uruguay tiene una idea de juego y sabe a lo que juega. ¿Una idea de juego es defenderse los 90 minutos?. Esa es una pregunta que deja entrever que el fútbol ya perdió lo que era y la identidad de juego que siempre tuvo. Argentina y Brasil arriesgaron y lo único que lograron fue quedarse con las ganas de lograr el título. Entonces: ¿El que no arriesga gana?
Paraguay ayer se clasificó a la final sin merecerlo y terminando el tiempo suplementario casi colgado del travesaño. Venezuela lo pasó por arriba y propuso siempre ir en busca de la primera final de su historia. Al contrario, el equipo de Martino todo el tiempo quiso llegar a los penales, en donde finalmente ganó, convirtiéndose en la primera Selección que llegó a la final de la Copa América sin ganar un solo encuentro. Algo verdaderamente lamentable. ¿Qué es lo que pasa con el fútbol?¿Hay que defenderse y no arriesgar para ganar?. En verdad, si la última pregunta se afirma, el fútbol que se viene va a ser más que decadente. 

martes, 19 de julio de 2011

Marcando la historia


La Selección venezolana de fútbol sorprendió a todos: derrotó por primera vez en su historia a Chile, en la Copa América, y también por primera vez se metió en las semifinales de éste torneo.
“Los goles que no se hacen en un arco se padecen en el otro”. Esa es la gran frase para definir este emocionante encuentro: un equipo que iba con todo a la búsqueda de un gol que no se le daba (Chile), y otro que simplemente hacia lo que podía para que su valla no sea vencida (Venezuela).
La Copa América desde el primero de julio no deja de sorprender. Ese día, Argentina no le podía ganar a una, de ante mano, débil Bolivia. Un día después, debutaba Brasil y sólo empataba con Venezuela, y ayer Perú se convertía en el primer semifinalista,  gracias a su efectividad de contragolpe. Hoy no fue la excepción, surgió otro hecho trascendental en la historia del futbol mundial.
Chile iba con todo para lograr el tan ansiado pase a las semifinales, pero la suerte nunca se encontró a su favor. Claudio Borghi miraba abatido como una y otra vez sus delanteros no podían concretar las clarísimas chances de gol (más que nada en la etapa final) y como las semifinales parecían un sueño cada vez más lejano. Venezuela se replegaba en su campo de juego y se hallaba a la expectativa de que en alguna contra lo encontrase a Chile mal parado, para nockearlo y sacarlo del partido. Se sabe que los goles no se merecen, se hacen, ese fue unos de los puntos fundamentales del partido: Chile erró mucho en la definición y Venezuela en las pocas y escasas veces que llegó marcó.
En síntesis, La Selección  chilena jugó mucho mejor que la venezolana y mereció lograr el tan ansiado pase a las semis, pero esto es fútbol y gana el que hace los goles.

viernes, 15 de julio de 2011

En el último suspiro

En un partido no apto para cardíacos, Venezuela sobre el final se quedó, por ahora, con la punta del grupo B, tras igualarle a Paraguay, 3 a 3, en la última pelota de la noche.
El fútbol es así, en un partido te lleva a lo más alto y en otro te puede ocurrir algo de lo menos impensado. Ese fue el gran lema de éste partido, un rarísimo encuentro con un desenlace impresionante, dejando entrever que no hay que cantar victoria hasta que suene el silbato del árbitro. 
El equipo de Cesar Farías arrancó con todo: manejaba los tiempos del partido y se encontró rápidamente con el gol (Salomón Rondón),que lo llevó a la tranquilidad y con la clasificación en el bolsillo. Paraguay no llegaba al área, le faltaba peso en el medio campo y más que nada en la defensa, en donde las actuaciones de sus centrales no estaban a la altura de las circunstancias. Ese gol lo llevó al declive total y muy desordenadamente iba en busca de un empate, dejando grandes espacios para que en alguna contra Venezuela lo empiece a liquidar o se alejarse aún más en el marcador. Cuando menos se lo esperaba en esa primera parte, sobre el final, la Selección Guaraní llegó al empate que no era merecido por como había sido hasta ahí el trámite del partido, pero el fútbol es así.
El complemento fue muy pero muy distinto a la primera etapa. Ese gol pareció hacerlo reaccionar al equipo de Gerardo Martino y meterlo nuevamente en partido, ya que salió con todo en busca de los tres puntos, llevándose por delante a la Vinotinto, que se ocupaba mucho más de su arco que el de enfrente.
Éste ya no era el mismo partido que se vio en el primer tiempo, Paraguay, con sus líneas más sólidas, atacaba e inquietaba a Venezuela que no lograba plasmarse en el campo de juego. Tanto fue así que la Selección Guaraní logró llevar el partido a dos goles de diferencia y casi liquidando un cotejo que lo tuvo muy desfavorable en los primeros 45 minutos.
En las tribunas se festejaba la victoria, su clasificación ya era todo un hecho. No se pensaba que a sólo cinco minutos del final, el partido tome un rumbo desconocido que lleve a repartirse puntos. Pero como esto es fútbol y es uno de los deportes más lindos del mundo, todo puede pasar y pasó nomás: Primero, los corazones paraguayos se paralizaron luego de que los pies de Nicolás Fedor, dejen un marco de suspenso. Ese suspenso más que nada se hizo realidad, se convirtió en una película de terror y en lo menos impensado que podía llegar a ocurrir en esa noche cambiante: El arquero Renny Vega pidió ir a buscar la última pelota del partido, que encima la peinó, para que Grenddy Perozo deje a todo Paraguay sorprendido y más que nada al mundo futbolístico: la Vinotinto quedó en lo más alto del grupo C, hasta que juegue Brasil.

lunes, 11 de julio de 2011

Con la pólvora mojada

Este martes se cumple un año en el que el mejor jugador del Mundial 2010, Diego Forlán, no logra convertir un gol con la camiseta Uruguaya.
Sudáfrica lo llevó a lo más alto, a él y a su país. Su participación fue fundamental en la hazaña charrúa y la obtención del histórico cuarto puesto, en donde convirtió cinco goles. Forlán había comentado en aquel entonces, que no llegaba de la mejor manera al Mundial, pero sus palabras fueron apañadas por sus grandes actuaciones. Ahora, Hace 10 días, expresó que llegaba mejor a ésta Copa América que al Mundial pasado, pero eso todavía no fue demostrado: su Selección disputó dos partidos, los empató, y sólo marcó dos goles (ninguno de él).
Mañana es un día fundamental, tanto para Forlán como para Uruguay, porque éste combinado se juega la clasificación a los cuartos de final de la Copa América y más que nunca sus goles tienen que llegar, ya que deberá ganarle si o si a México para poder ser uno de los protagonistas de éste torneo y poder al fin cortar con esa racha adversa.

sábado, 9 de julio de 2011

A sólo dos minutos del batacazo


En uno de los mejores partidos de la Copa América, o sino el mejor, Brasil amargó a Paraguay sobre el final y determinó un empate casi inmerecido.
Brasil arrancó en busca de manejar el balón durante todo el trayecto del encuentro, pero se encontró con un Paraguay que lo sorprendió futbolísticamente y, más aún, tácticamente: presionó de manera espectacular a la defensa y el mediocampo “Verdeamarelo” que durante los primeros veinte minutos no podía avanzar, ni pisar el área de Justo Villar, que hasta el momento era un espectador de lujo. Debido a esa presión, Paraguay sufrió mucho el desgaste de sus jugadores y como ya se sabe, un equipo no puede presionar durante todo el transcurso de un encuentro de manera continua. Ese fue el punto fundamental, en donde un desgaste enorme determinó la apertura del marcador para Brasil, que parecía encontrarle de a poco la vuelta al encuentro.
En el complemento, ya Brasil no era presionado y tenía muchos más espacios para empezar a liquidar el cotejo. Paraguay no se quedaba atrás: metía e intentaba encontrar en alguna jugada aislada la igualdad, lo que finalmente sucedió y dio un cambio rotundo al partido.
Brasil ya no podía manejar la pelota y no encontraba la manera de meterse nuevamente en el encuentro. Paraguay presionó y presionó, y tanta coacción determinó la vuelta al marcador merecida hasta el momento, tras un rebote en la panza de Haedo Valdéz.
Cuando todo parecía consumado, porque Paraguay se floreaba, manejaba la pelota y encima lo tenía para liquidar, un grande despertó, como ya es costumbre con estos equipos. De ningún modo hay que pensar que un partido está terminado y más cuando es Brasil el equipo de enfrente. En una de las últimas pelotas de la tarde, gracias a su delantero Fred, encontró un punto que parecía inalcanzable, en un partido muy emotivo y con un final impresionante, que dejó amargado a Paraguay y más que nada una gran verdad: ya no hay equipos que hagan la diferencia con tan sólo su nombre y sus figuras.

jueves, 7 de julio de 2011

Checho, ¿Éste es tu Barcelona?


La Argentina nuevamente volvió a dejar sorprendido a todo el mundo futbolístico. Pero lo que no sorprende es porque no llega la victoria (esos tan ansiados tres puntos) y ni los goles, a pesar de terminar jugando un partido con 4 delanteros. Lo que pasa es que éste equipo no juega a nada y pareciera que ni sabe como jugar al fútbol.
Batista muchas veces dijo que el estilo de juego que quiere para la Selección es como el del Barcelona de España, nada más ni nada menos el mejor equipo del mundo. Pero ese juego nunca va a poder llegar a concretarse. Primero, porque un equipo nunca puede jugar igual a otro, ya que los jugadores no son los mismos y por ende es muy difícil llegar a ese fin. Segundo, Messi no juega en la misma posición que en el Barcelona, arranca atrás de mitad de cancha a buscar una pelota que encima pareciera que se la dan mal apropósito. Y tercero, éste Barcelona del que tanto se habla nunca se fue silbado de un campo de juego.
Indiscutiblemente Messi es el mejor jugador del mundo, pero el equipo argentino no puede jugar para él. Cuando se saque esa patente que tienen, de que el equipo es "Messidependiente", no se va a jugar mejor al fútbol, se va a jugar al fútbol directamente y le van a quitar la presión que tiene ese jugador de apenas 24 años, que hace lo que puede y se lo ve fastidioso casi todo el encuentro. Messi en estos dos partidos nunca tuvo un jugador al lado de él para tocar la pelota: Tévez la agarra, no la devuelve y siempre va al choque; y Lavezzi la agarra y corre por la banda como si estuviera compitiendo en los 100 metros llanos. Si cada uno juega por su parte, la verdad va a ser muy difícil de que hasta éste equipo logre clasificar a los cuartos de final.
Lo único que se sabe por ahora es que el equipo titular que hoy vistió la camiseta albiceleste no puede repetirse para el próximo partido decisivo, en donde la Argentina deberá ganarle si o si a Costa Rica para clasificar a los cuartos de final, ya que los jugadores demostraron que aunque son la Selección más cara de ésta Copa no dejan de decepcionar a todos, y encima ahora dependen de Bolivia para ver si pueden clasificar en el segundo lugar del grupo, algo verdaderamente lamentable.

domingo, 3 de julio de 2011

Debut exitoso, sin lucirse demasiado



Desde el comienzo del partido la Selección colombiana intentó ser el protagonista de la tarde de Jujuy: llevaba adelante la iniciativa del partido, pero no podía penetrar una defensa que esperaba sin ningún apuro. Costa Rica se cerró muy bien defensivamente y tuvo hasta alguna chance para inquietar el arco cafetero. El plan le venía saliendo a la perfección a Ricardo Lavolpe, hasta que un hecho marcó el destino de su equipo: la expulsión a los 27 minutos del cotejo de Brenes, algo que su Selección nunca pudo llevar adelante.
A veces, con un hombre de menos se puede hasta ganar un partido o terminar igualando, pero éste hoy no era el caso: Colombia lo aprovechó de la mejor manera para ponerse en ventaja, algo merecido hasta el momento.
Después, fue más de lo mismo y las figuras del conjunto de Bolillo Gómez se impusieron a los juveniles costarricenses, que veían como su arco en cualquier momento podía llegar a ser derrotado nuevamente. Colombia atacó y atacó, pero se encontró con otra defensa, el arquero Moreira. Del uno a cero podría haber pasado al tres a cero tranquilamente, pero no fue así y los goles quedarán para otro partido, como el juego y el buen pié que algunos espectadores se quedaron con ganas de ver. Pero a esta altura lo único que importa es que con éste triunfo la Selección colombiana se subió a lo más alto del grupo A, tras el empate inesperado de Argentina con Bolivia, y buscará el día miércoles contra el equipo de Sergio Batista la clasificación a los cuartos de final de la Copa América.

sábado, 18 de junio de 2011

El peor día de sus 110 años



Nunca nadie se hubiera imaginado que un día la promoción “tocase” la puerta de una de las instituciones más grandes de Argentina, es que su historia y los 33 títulos locales nunca avecinaban un hecho tan lamentable en la vida de River.
 Desde aquel 25 de mayo de 1901, River nacía para meterse en la historia del fútbol argentino y mundial. Sus títulos y sus logros lo iban marcando como un equipo importante dentro del planeta. Los jugadores demostraban partido a partido que la banda cruzada la defendían en cualquier parte, saliendo a buscar los tres puntos siempre, tanto de local como visitante, y no especulando con los resultados de otros clubes, ni metiéndose debajo de los tres palos para lograr un empate; algo muy pero muy imprevisto para la historia de este club.
Muchos pensaban que la actual situación de River ameritaba defenderse los 90 minutos y a ver si en alguna contra o un pelotazo que aguantase Pavone o Caruso, contra cuatros defensores, lo lleve a salir de la promoción. Cuando todos saben que para ganar hay que jugar al fútbol y lograr ocasiones de gol. Ese es el punto principal de lo que terminó pasando con River, un equipo que nunca jugó al fútbol y que jamás se dispuso a atacar como se debe y por ende ese engrosamiento de promedio nunca llegó.
Por eso es que a River todavía no se le terminó el clausura 2011 y en las próximas horas este equipo no juega la promoción, se juega su historia.

Por Nehuén Romero

viernes, 17 de junio de 2011

Neymar da Silva Santos Júnior:¿El Messi brasileño?


“Con talento se nace, no se hace”. Esta es una gran frase para referirse a su persona, ese chico de tan solo 19 años que hace dos transita por la primera división del fútbol brasileño y diríamos mundial ya, porque los ojos de los mejores equipos del planeta posan sobre él, para contar con sus servicios, cada vez que el Santos (su primer y único equipo, por ahora) sale a la cancha.
Su gran habilidad y su amor por éste deporte, lo fueron encaminando a convertirse en una revelación: sus gambetas, firuletes, definiciones y más que nada su actitud dentro del campo de juego, lo llevan a ser comparado con el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, y rápidamente estar cotizado en 45 millones de euros.
Pereciera que cada caño y enganche que logra es un goce para Neymar, y su forma de ser es odiada por varios rivales que arremeten duramente contra su persona, por pensar que sólo lo hace para subestimarlos y no dándose cuenta de la realidad del hecho: su fina técnica y sana diversión.
Hoy Neymar está en boca de todo el mundo deportivo. Sus virtudes demuestran que su futuro aún va a ser mejor que su propio presente, en donde se encuentra jugando la final de La Copa Libertadores de América y en los próximos días vestirá la camiseta “Verdeamarela” en una nueva edición de la Copa América, ya que dejó de lado el Mundial SUB 20 de Colombia para poder alcanzar la gloria en este torneo. Claramente no se torna difícil que éste fenómeno o crack brasileño pueda llegar a convertirse en poco tiempo en uno de los mejores jugadores del fútbol mundial.           

Brasil, Neymar, Messi, futbol, Nehuén Romero